Los paneles solares funcionan a partir de la energía del sol, por ello, es muy común creer que en días nublados no van a producir energía. Esta creencia no puede estar más lejos de la realidad, ya que hasta en los días más grises puedes seguir generando e incluso aumentar el rendimiento y obtener más energía. Si piensas que es ilógico, sigue leyendo este articulo para saber el porqué.
En cuanto a las nubes, lo primero que debemos tener en cuenta es que aunque estas pueden limitar la radiación directa del sol, no impiden el paso de la totalidad de sus rayos. Este fenómeno se conoce como radiación difusa. Por ello, siempre que haya luminosidad habrá posibilidad de generar energía ya que los paneles utilizan la luz solar tanto directa como indirecta. Adicional a esto, no todos los tipos de nubes afectan el rendimiento del panel de la misma manera. De hecho, algunas reflejan la luz de vuelta a la Tierra; así, los paneles se exponen tanto a la luz que vino directa del sol, como la que rebotó en la tierra y luego nuevamente en las nubes.
Lo anterior nos demuestra que en días nublados sí hay generación de energía, pero debemos tener en cuenta que las nubes sí pueden variar la cantidad de energía producida por el sistema fotovoltaico, es decir, su rendimiento.
Cada panel esta compuesto por celdas, que son las encargadas de captar la energía proveniente del sol y la convierten en corriente continua que luego el inversor transformará en corriente alterna para consumo. Su rendimiento o la cantidad de energía que un panel puede producir, depende del porcentaje de luz recogido que es convertido en la electricidad que consumimos. Existen varios factores, además de los relacionados al clima, que pueden afectar el rendimiento de un panel, entre ellos la calidad de materiales utilizados en su fabricación, la calidad del inversor, de las baterías e incluso de los cables de conexión.
Según varios estudios y monitorizaciones en instalaciones fotovoltaicas se ha podido concluir que el rendimiento de los paneles puede verse reducido entre un 5% y un 70% aproximado de su capacidad comparado a un día sin nubes. De esta comparativa podemos concluir que aunque si existe una reducción en su rendimiento, no se puede tener datos muy exactos porque, como lo mencionamos antes, no todos los tipos de nubes afectan de la misma manera y además, cada día y cada nube son completamente diferentes.
Lo que si nos gustaría recalcar es que en los días nublados no solamente se puede producir energía, sino que además estos periodos de tiempo son beneficiosos para el panel. En temperaturas muy altas su rendimiento se reduce considerablemente, ya que un panel caliente tiene menos capacidad de capturar la energía de cada fotón de luz. Así que aunque esté expuesto a mucha radiación, en realidad no está capturando mucha de esa energía. Entonces, los periodos de luz solar reducida y nubosidad permiten que los paneles solares se enfríen, haciéndolos más eficientes.
¿Y si llueve? No te preocupes, los paneles de sistemas fotovoltaicos están diseñados para resistir viento, lluvia, granizo, e incluso nieve. Adicional a esto, la lluvia ayuda a eliminar el polvo y la suciedad que, al acumularse sobre el panel, le van restando rendimiento.
Como vimos anteriormente, estos eventos meteorológicos “adversos” realmente no tienen un impacto negativo sobre la producción total de un sistema de energía fotovoltaico. En contraste estos sistemas sí tienen un impacto muy positivo ya que además de ahorrar estás contribuyendo a reducir las emisiones de CO2 con este tipo de energías limpias.